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Juguetes abiertos o desestructurados: ¿por qué los recomendamos?

Cuando elegimos juguetes para nuestros hijos, es importante tener en cuenta no solo su apariencia o popularidad, sino también cómo estos fomentan diferentes tipos de juego y desarrollo. Existen dos grandes categorías de juguetes: juguetes abiertos y juguetes cerrados. Cada uno ofrece beneficios distintos, pero hoy en día, los juguetes abiertos se destacan por su capacidad para impulsar la autonomía, creatividad y habilidades de resolución de problemas en los niños. A continuación, te explicamos las diferencias entre ambos tipos y por qué los juguetes abiertos son ideales para el desarrollo infantil.

¿Qué son los juguetes cerrados o estructurados?

Los juguetes cerrados son aquellos que tienen un propósito definido y una única manera de jugar con ellos. Estos juguetes suelen ofrecer una estructura rígida, limitando las opciones creativas y de improvisación. Un ejemplo típico serían los juguetes electrónicos o de control remoto, que vienen con instrucciones específicas de uso o permiten solo unas pocas funciones.

Tipo de juego que fomentan los juguetes cerrados

Los juguetes cerrados tienden a promover un juego más estructurado y dirigido. El niño sigue un guion o un patrón, lo que puede ser beneficioso para el aprendizaje de reglas o la práctica de habilidades motoras específicas. Sin embargo, estos juguetes no suelen alentar la exploración creativa ni la imaginación, ya que limitan el número de posibilidades de uso. En su mayoría, los niños son espectadores o usuarios pasivos, sin mucho margen para innovar o hacer ajustes en el juego.

¿Qué son los juguetes abiertos o desestructurados?

Por otro lado, los juguetes abiertos son aquellos que no tienen una única forma correcta de utilizarlos, ofreciendo un sinfín de posibilidades para el juego. Estos juguetes pueden ser usados de muchas maneras diferentes, dependiendo de la creatividad y las necesidades del niño en cada momento. Ejemplos de juguetes abiertos son los bloques de construcción, figuras de madera, telas o cintas de colores, y materiales naturales como piedras, ramas y conchas.

Tipo de juego que fomentan los juguetes abiertos

Los juguetes abiertos fomentan un juego libre y creativo. Los niños tienen la libertad de interpretar el juguete según su imaginación, transformándolo constantemente y adaptándolo a diferentes escenarios de juego. Este tipo de juguetes invita a los niños a crear sus propias reglas, explorar nuevos usos, e improvisar, lo que fortalece su autonomía y su capacidad para tomar decisiones.

¿Por qué es mejor utilizar juguetes abiertos para el desarrollo infantil?

  1. Fomentan la autonomía

Los juguetes abiertos permiten que los niños tomen el control de su experiencia de juego. Sin instrucciones ni un camino predefinido a seguir, los pequeños son quienes deciden cómo interactuar con el juguete. Esto les otorga una mayor independencia y confianza en sus habilidades, ya que son ellos quienes construyen el juego desde cero.

Un bloque de madera puede ser una torre, un coche o incluso una comida imaginaria. Los niños se ven empoderados al saber que no hay límites a lo que pueden crear, lo que les brinda una mayor seguridad en sí mismos.

  1. Impulsan la creatividad

Los juguetes abiertos son una puerta hacia la imaginación y la creatividad sin restricciones. Dado que no hay una forma correcta de jugar, los niños son libres de crear múltiples escenarios y usos. Este tipo de juego creativo es clave para el desarrollo cognitivo, ya que estimula el pensamiento abstracto, la resolución de problemas y la capacidad para innovar.

Por ejemplo, una simple tela de colores puede transformarse en una capa de superhéroe, una tienda de campaña o un mar para navegar. Con los juguetes abiertos, los límites los pone la imaginación del niño.

  1. Desarrollan habilidades de resolución de problemas

Los juguetes abiertos desafían a los niños a crear sus propios caminos, y, en este proceso, inevitablemente se enfrentan a retos que deben resolver por sí mismos. Este tipo de juegos ofrece una oportunidad natural para desarrollar habilidades de resolución de problemas.

Al construir una torre de bloques, por ejemplo, un niño puede descubrir que debe equilibrar las piezas de manera cuidadosa para que no se caigan. Si su creación se derrumba, debe encontrar una nueva solución. Este proceso de ensayo y error es fundamental para el desarrollo de la paciencia y la tolerancia a la frustración, enseñándoles a manejar sus emociones y a perseverar ante los desafíos.

  1. Promueven la gestión de la frustración

A diferencia de los juguetes cerrados, que suelen proporcionar resultados inmediatos y predecibles, los juguetes abiertos demandan más esfuerzo y concentración por parte del niño. No siempre logran lo que esperan en el primer intento, pero este reto es lo que les ayuda a desarrollar la gestión de la frustración.

Cuando los niños se enfrentan a la frustración en el juego abierto, tienen la oportunidad de experimentar, fallar y volver a intentarlo. Esto les enseña a manejar sus emociones y a desarrollar resiliencia, dos habilidades esenciales para su vida futura.

Conclusión

Aunque los juguetes cerrados pueden ofrecer algunos beneficios, como la estructura y la enseñanza de reglas básicas, los juguetes abiertos son una herramienta poderosa para potenciar el desarrollo infantil. Fomentan la autonomía, la creatividad, la capacidad de resolver problemas y la gestión emocional, permitiendo a los niños explorar su mundo de manera más profunda y significativa.

En lugar de limitarse a seguir instrucciones o patrones preestablecidos, los niños que juegan con juguetes abiertos tienen la oportunidad de tomar el control de su propio juego, encontrando soluciones y desarrollando una relación más activa con su entorno. Al elegir juguetes abiertos, estamos no solo ofreciendo entretenimiento, sino también herramientas valiosas para el crecimiento emocional y cognitivo de nuestros hijos.