¿Sabes de dónde vienen las mesas de estación?
Las mesas de estación suelen ser una mesita o rincón de la casa o del aula donde se prepara un conjunto de elementos que representen la estación en la que estamos. En las aulas de las escuelas Waldorf siempre encontramos una mesa de estación al entrar en ella y esta mesa refleja el paso de las estaciones dentro del aula donde los niños realizan sus actividades la mayoría del tiempo.
Normalmente, en la Pedagogía Waldorf estos elementos de la mesa son telas, elementos de la naturaleza como hojas o frutos y algunas figuras de fieltro o algodón de personas relacionadas con esa estación.
También a veces se incluye una vela que se enciende al llegar a clase por la mañana o se añaden postales o láminas con ilustraciones o incluso algún cuento relacionado con la temática.
La importancia del color en la mesa de estación
El color es una parte esencial de las mesas de estación ya que los colores son el lienzo sobre el cual el resto de elementos conforman un conjunto que refleja la estación.
El color viene ofrecido por la naturaleza, así que, por ejemplo, en otoño encontraremos predominancia de los colores anaranjados, marrones y rojos que es el color de las hojas otoñales y de los frutos que se cosechan en esta temporada (calabaza, castañas, naranjas…). En invierno veremos la predominancia del blanco de la nieve y del azul del hielo, en primavera los verdes y las flores y en verano los amarillos y dorados de la estación que trae los días más largos del año (al menos en el hemisferio norte, claro).
En la pedagogía Waldorf el color es un tema central y cada color tiene un efecto sobre los estados de ánimo y la inspiración que nos ofrece. De hecho, esta importancia que se le otorga al color y a sus significados lo podemos ver en que las escuelas Waldorf están llenas de color, con las paredes pintadas de colores y cuadernos repletos de ilustraciones y dibujos sea cual sea la materia. Mucha de la teoría del color viene de todo lo que Goethe estudió sobre el color.
¿Para qué es la mesa de estación?
La mesa de estación nos acerca a los ciclos de la naturaleza y nos hace estar conectados con los cambios que se dan en el entorno y nos hace partícipes de cómo va pasando el tiempo a lo largo de las semanas y meses…
De pequeños somos muy observadores y solemos reparar en cada pequeño detalle, como en el cambio de color de las hojas o la hora a la que sale el sol. Sin embargo, a medida que crecemos solemos perder parte de esta observación de la naturaleza y estas mesas nos ayudan a mantener esa curiosidad y esa mirada atenta al exterior que nos rodea
Las rutinas y la repetición: seguridad y libertad para el infante
Las rutinas y el ritmo repetitivo son una base fundamental del entorno de crianza para los más pequeños. Los bebés y los niños necesitan las rutinas para crecer tranquilos ya que las rutinas les aportan una sensación de seguridad que les permite jugar y desenvolverse con libertad y sin miedo. Las rutinas hacen que el niño pueda saber con antelación lo que acontecerá a continuación y esto le hace sentirse en un entorno conocido y seguro donde no necesita estar alerta. Esto no quiere decir que tengamos que ser radicales y tener horarios inamovibles, pero es importante saber que las rutinas no tienen para los niños la carga peyorativa que tiene para los adultos que a veces entendemos la rutina como algo monótono o aburrido.
La mesa de estación ofrece una parte importante de esta rutina, de esta seguridad de la mesa que está ahí siempre representando los acontecimientos de fuera y marcando el paso del tiempo de una manera pausada, hermosa y visual.
La mesa de estación en casa
Además de encontrarla en las escuelas Waldorf, la mesita de estación es una muy buena idea para tener en casa. Puede consistir una actividad que se haga en familia o que construyan los niños en casa para hacerles más conscientes de los cambios que se están dando en la naturaleza y también es una oportunidad para poner en práctica muchas cualidades a través de la esfera del juego: la paciencia, el sentido de la estética, el orden, la organización, la imaginación, la cooperación, la consulta, el debate, la creatividad…
¿Qué aporta a los más pequeños?
Es una oportunidad para que los niños hagan esta actividad poniendo en práctica la cooperación, ponerse de acuerdo en qué elementos formarán parte de la mesa, buscar en el jardín o en la calle elementos naturales de esa estación… Y también se desarrolla con esto su parte más estética que pone un orden y crea la composición más armónica y bella.
¿Qué puedo poner en mi mesa de estación?
- Telas
- Figuras
- Elementos de la naturaleza
- Postales o ilustraciones
- Cuentos
No existen reglas sobre qué debemos poner o no en una mesa de estación. Simplemente piensa en qué elementos te recuerdan a la estación en la que estás, observa la naturaleza, sus colores, los cambios y puedes incluir también elementos relacionados con eventos propios de cada estación como la liebre de pascua en primavera, la castañada en otoño o la Navidad en inverno.
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