El mejor vaso para bebés en los inicios de la alimentación complementaria
Cuando tu bebé alcanza aproximadamente los 6 meses, comienza la emocionante etapa de la alimentación complementaria y los bebés comienzan a tomar otros alimentos diferentes de la leche y a beber agua por primera vez. Y cuando salgas a elegir vaso o cualquier objeto de la vajilla para esta tarea… te vas a encontrar tropecientos cachivaches de todo tipo: mallas para comer fruta, vasos mágicos con sistemas de ingeniería y diseños estridentes de todo tipo. Hoy te contamos lo que nosotros creemos que necesitas para elegir un vaso (spoiler: no necesitas NADA).
Características clave del vaso ideal
Si lo pensamos desde una perspectiva autónoma, lo mejor es empezar a beber directamente en un vaso normal y corriente. De hecho, es ideal si el vaso es de cristal (resistente) y pequeño para tener un buen tamaño para sus manos pero para que ya se familiaricen con el peso y las cualidades de un vaso convencional. Así, esto es solo una herramienta más que fomenta su autonomía desde el principio. Un vaso normal, que se derrama, hace que el bebé aprenda a manejar el líquido a través de la inclinación. Y un diseño simple ayuda a desarrollar habilidades motoras y el sentido del equilibrio. Pero, evidentemente, puedes empezar por vasos de otro material tipo bambú o bioplástico que no se rompan al caer y puedes complementarlo con el vaso de aprendizaje que no se derrama. Nosotros te recomendamos ofrecer el agua en un vaso normal en casa pero usar el vaso de aprendizaje para cuando sales fuera y el bebé va en el carro o cosas similares y así te facilitas la vida.
Cosas a tener en cuenta:
Material seguro
Opta por vasos fabricados con materiales seguros y, a ser posible, sostenibles. Los vasos de vidrio, por ejemplo, son una excelente opción ya que no contienen sustancias químicas como el BPA, presentes en algunos plásticos. Además, el vidrio es más fácil de limpiar y no retiene olores ni sabores. Sin embargo, asegúrate de que el vaso de cristal sea pequeño y resistente para evitar accidentes. Si prefieres opciones más ligeras y no quieres que se rompa, evita el plástico: te recomendamos otros materiales resistentes a las caídas y mucho más seguros como el bambú, el bioplástico o la silicona alimentaria.
Facilidad de limpieza
El vaso debe ser fácil de limpiar. Los diseños sin complicados mecanismos o partes adicionales son preferibles, ya que reducen el riesgo de acumulación de bacterias y facilitan la higiene. A esta edad, el bebé está explorando y aprendiendo, por lo que es crucial que el vaso sea fácil de limpiar.
Nuestra recomendación
Siempre que sea posible, un vaso de cristal pequeño es ideal para fomentar la autonomía del niño en casa. Sin embargo, en situaciones puntuales, como cuando el bebé está en el carro o durante salidas, un vaso de aprendizaje puede ser útil. Asegúrate de que estos vasos sean simples y no requieran mucho succión (si puedes evitar las pajitas, mejor que mejor).